CAPÍTULO 3 ‘Vida nueva’
Abrí los ojos, - ¿qué hora sería?-.
Seguía en el avión, me había dormido, miré por la pequeña
ventana que había a mi izquierda y vi que todavía continuaba el
vuelo.
- Perdone, - le dije a una joven
azafata que pasaba cerca de mí.- ¿sabe cuanto queda para llegar?
- Oh sí, quedará una media hora
escasa.
- Vale, gracias.- Sonreí.
- De nada.- Me devolvió la sonrisa.
Volví a posar mi cabeza en el respaldo
del asiento. Ya quedaba menos para poder ver a mi hermana, para poder
comenzar otra vida.
Me pregunto si Brenda habrá visto la
carta, no sé como se lo tomaría, espero que bien, esto no tiene
porque afectar a nuestra relación de amistad de prácticamente toda
una vida. De repente, oí como, por el altavoz, el copiloto anunciaba
el aterrizaje – que rápido se me había pasado esa media hora-.
Volví a mirar por la ventanilla, ya podía ver la pista en la cual
aterrizaríamos, era algo pequeña, pero lo normal para una ciudad
como Stratford.
[…]
Por fin, ya había salido de aquel
avión, ya había llegado a mi destino. Ahora mismo me encontraba en
la puerta del aeropuerto, con mis maletas, intentando buscar un taxi,
pero aquí no era tan fácil como en California. Al cabo de un
tiempo, uno paró delante de mí, - al fin- pensé. El taxista bajó
del vehículo y me ayudó con las maletas, monté en el coche y cerré
la puerta.
- ¿Dónde la llevo?- Me preguntó.
- Pues la verdad, no lo sé muy bien,
nunca antes había venido, solo tengo este papel en el que pone la
dirección.- Se lo mostré.
- Ah, de acuerdo, en veinte minutos
estaremos allí.
- Gracias.- Sonreí.
Miré el reloj, eran las nueve de la
mañana, era un poco pronto, espero que Kristen no esté durmiendo,
tiene mal genio cuando la despiertan, o al menos eso era así antes,
antes de que se fuera.
- Ya hemos llegado. Es aquella casa,
disfrute de la ciudad.- Me informó.
- Lo haré, y gracias.
Bajé del taxi, saqué las maletas, le
pagué el trayecto y me dirigí a la puerta de la casa.
Se me hacía raro ver que Kris viviera
en una casa así, acostumbrada a ver las mansiones de la zona rica de
California, pues se me hacía raro ver que mi hermana, y dentro de
poco yo, viviera en una casa, normal, grande, pero normal.
Dejé las maletas en el suelo, vi que
en el lado derecho de la puerta había un timbre, lo presioné y
esperé. Estaba nerviosa, muy nerviosa.
- Vooooy, un momento.- Reconocí en
seguida la dulce voz de mi hermana.
A continuación se abrió la puerta y
la vi. Seguía igual de guapa que siempre, más mayor, pero igual de
preciosa.
- ¡Kristen!- Sonreí y la abracé.
- Alexandra.-me siguió el abrazo.-
¿qué haces aquí?
- ¿Puedo pasar y te lo explico?-
Pregunté incómoda.
- Claro, pasa.
Agarré mi equipaje y pase dentro de la
casa.
- Siéntate.- Me señaló el sofá.
Hice lo que me dijo y ella hizo lo
mismo.
- Y, bueno… ¿Qué haces aquí? Y con
tantas maletas.
- Pues verás, últimamente no me
encontraba muy bien en California, y pues… me vengo a vivir
contigo.- Eso último lo dije murmurando.
- ¿CÓMO? – Se levantó
bruscamente.- No digas tonterías, debes volver a casa con mamá,
este no es un buen sitio para ti, debes irte, Alexa.
- No, no lo pienso hacer.- me levanté-
Hace cinco años que no te veo y es más, quiero vivir contigo, eres
mi hermana, tengo derecho.
- Por favor, Alex, debes irte, no es un
buen sitio, enserio. Es más, no creo que vivas muy a gusto aquí,
son todos muy diferentes a ti.
- Pero, por favor, déjame, me
adaptaré.
- No, he dicho que no. Voy a llamar a
mamá, ¿sabe que viniste?
- Sí, le dejé una nota, pero no creo
que le importe, últimamente no los veo ni los fines de semana.- Dije
indiferente.
- Da igual, Alexa, tienes 17 años,
debes vivir con ellos, no puedes irte y desaparecer así sin más.
- Ah, claro, mira quien habló, la
señorita perfecta – levanté la voz – la que hace cinco años
dejó a su familia tirada, a su hermana pequeña, a su novio, a sus
amigos, todo.
- Alexa, mi caso no era el mismo… Yo
me fui por verdaderos problemas.
- ¿Por qué? ¿Por qué papá y mamá
no te consentían algunas cosas? ¿Enserio? Eso no son problemas
comparado con los míos, no sabes nada, yo soy… – en ese momento
iba a decir ‘soy bulímica, con la autoestima por los suelos, con
un novio que abusa sexualmente de mí y con unos padres que para
ellos ni siquiera existo’, pero me callé, no quería preocuparla.
- ¿Qué? ¿Qué eres, eh?
- Soy la que sobra allí.- Intenté
arreglar lo que ya había empezado.
Vio como mis ojos comenzaron a
hincharse de agua y seguidamente me abrazó.
- Bueno, tranquila, puedes quedarte,
pero solo por un tiempo, eh.
- ¡Gracias! – Sonreí y la abracé
más fuerte.
- No las des. – se separó de mí-
Venga, no llores, no te favorece.- Me retiró las lágrimas de los
ojos.
- Te quiero.
- Y yo a ti. Eso sí, hemos de buscarte
un instituto en el que matricularte, ¿vale?
- No es problema, pedí el traspaso, el
lunes empiezo.
- Ah, pero tendrás cara, ¿y si te
llego a decir que no te puedes quedar?
- Sabía que no lo harías.- Reímos.
- Ven, te enseñaré tu habitación.
|| Narra Brenda ||
- Hablamos luego, cariño. Te quiero.-
Le dije a Eric mientras lo besaba y bajaba del coche.
Lo despedí con la mano y una sonrisa.
Estaba feliz. Muy feliz. Serían las once de la mañana y acababa de
volver de la cena y la noche de ayer con Eric.
Mientras me acercaba a la puerta vi que
el buzón contenía cartas, me dirigí a él y lo abrí, saqué las
cartas y mientras iba hacia casa fui mirando a quien iban dirigidas.
Casi todas eran para mis padres, normal. Pero una me llamó la
atención, era para mí, de Alexa, - ¡Oh dios, Alexa! Al final ayer
no la llamé, esta tarde la llamo sin falta.- pensé.
Cuando iba entrando por la puerta de mi
casa, abrí la carta y la leí.
¿Qué? Comencé a llorar. No me lo
podía creer, mi amiga, mi hermana, mi mundo, se había ido a otra
ciudad.
Subí directa a mi habitación, sin
saludar. Me tiré en la cama y comencé a llorar de nuevo. Cogí mi
móvil y marqué el teléfono de Alexa, le di a llamar y esperé su
respuesta, ‘El teléfono al que llama está apagado o fuera de
cobertura’, - Perfecto.- pensé.
|| Narra Alexandra ||
Me encontraba en mi nueva habitación,
era grandísima, no muy bonita, pero de decorarla ya me encargaría
yo, ya que mi estancia allí, sería por largo tiempo, aunque mi
hermana pensase que no.
Miré la hora en el reloj, eran casi
las tres, era extraño que Brenda no me hubiese llamado y más
después de lo de la carta, supongo que no habría vuelto a casa y no
la había visto.
- ¡Aleeeeeeeex, baja a comer!- Gritó
mi hermana desde la primera planta.
- Espera.- Respondí en su mismo tono.
Oh no, no había pensado en el tema de
las comidas, yo no podía comer nada sin después tenerlo que
vomitar. Tenía un problema.
- Venga, que se enfría.- Volvió a
insistir.
Bajé a la cocina, allí se encontraba
mi hermana, sentada en la mesa y con un plato de carne delante.
- Venga, siéntate y a comer.
- Eh… No, Kris, comí algo antes en
el avión y tal, no tengo hambre, comeré más tarde.- Esa fue la
única excusa que se me ocurrió.
- ¿Seguro? Estás muy delgada.
- Seguro, no te preocupes.
[…]
Después de la comida dejé que mi
hermana se echara la siesta y me fui a mi habitación. Me pasé la
tarde allí, no hice gran cosa, solamente leer y escuchar música.
Cuando fui a coger el móvil del bolso, vi que estaba apagado por el
avión. Lo encendí, y fue entonces cuando vi 17 llamadas perdidas de
Brenda y 33 WhatsApp de ella. Leí los WhatsApp y no pude creer lo
que ponía en el último: ‘·Vale, tú sigue ignorándome, pero que
sepas que así no se solucionan los problemas. Pensé que éramos
como hermanas, pero ya veo que todo te importa una mierda, incluso
yo.’
¡Mierda! Brenda estaba enfadada, y en
realidad la comprendía. Seguidamente le di a llamar y el teléfono
comenzó a comunicar, pero no me lo cogió. Después de un rato, dejé
de insistir.
[…]
Al día siguiente me levanté, sobre
las doce o así, me puse algo cómodo de ropa y bajé a la planta
baja.
- Buenos días.- Le di un beso a mi
hermana.
- Buenos días, bella durmiente.- Me
sonrió.- ¿Qué vas a hacer hoy?
- Pues como mañana es mi primer día,
pues iré a dar una vuelta para conocer mejor la zona.
- De acuerdo, ¿quieres que te
acompañe?
- No hace falta.- Sonreí.
- ¿No desayunas nada?- Me preguntó.
- Eh, desayunaré algo por ahí.
- Como quieras.
Salí de la casa y comencé a caminar.
El barrio no era feo, un poco de clase baja, pero me daba igual,
quería empezar de cero. Hacía bastante sol, pero corría un fresco
viento, menos mal que había cogido la rebeca.
Miré a los lados y vi un instituto,
ese debía ser el mío. A lo lejos, en un callejón, pude ver a una
panda de chicos con motos, no tenían muy buen aspecto, parecían
unos ‘macarras’ como diría mi madre. Me fijé bien, y también
se encontraban alguna que otra chica, un poco ligeritas de ropa, pero
bueno. Cuando ya me iba a cruzar a la otra acera, para volver a casa,
mientras cruzaba un paso de peatones, una moto pasó a toda velocidad
que por poco me atropella.
- Imbécil.- Grité.
Creía que no me había oído, pero
entonces giró su cabeza hacia atrás, se retiró el casco, me miró
y sonrió pícaro. Volvió la mirada al frente y continuó el
trayecto.
Me fijé en él y vi como paraba en el
mismo sitio de los chicos de antes.
Entonces un WhatsApp sonó en mi móvil.
Era Kristen.
· ¿Estás bien? Hace dos horas que te
fuiste.
Le respondí con un simple ‘Sí’ y
volví a casa.
Abrí la puerta con la copia de las
llaves que me había dado mi hermana.
- Venga, Alex, a comer.
- Eh, no, es que como he desayunado
tarde, no tengo hambre.
- Bueno, está bien.- Me miró
insatisfecha.
[…]
Sobre las diez me di una ducha rápida
y bajé al salón.
- Prepárate todo para mañana.- Me
dijo mi hermana.
- Sí, mamá.- Sonreí burlesca.
- Por cierto, Alexa, yo por temas de
trabajo no creo que venga a comer ningún día, más bien vendré
tarde sobre las ocho o así, prepárate lo que quieras de comer, ¿sí?
- Claro.- Sonreí.- Bueno, yo me voy a
dormir, que mañana es el primer día y quiero estar descansada.
- Vale, cielo.- Me dio un beso en la
mejilla.- Que descanses.
Antes de dormirme intenté llamar otra
vez a Brenda, pero seguía sin contestarme. Al final, rendida y
cansada, acabé por dormirme.
***
Hola:3
A ver, tengo poca cosa que decir, lo primero siento el retraso pero es que no tengo ordenador y estoy muy liada, lo siento. Y lo segundo, recomendadme, por favor, tengo pocas lectoras.
Ale, espero que os guste y que me dejéis un siguiente algo elaborado, ¿sí?
Os quiero<3