miércoles, 22 de mayo de 2013

CAPÍTULO 10 ‘¿Nunca te cansarás de insistir?’


CAPÍTULO 10 ‘¿Nunca te cansarás de insistir?’
 
 Ya era martes, los odiaba al igual que los lunes, bueno y que los miércoles, jueves y viernes. Pero, este martes era distinto, Marc iba a pasar a recogerme. Menos mal, algo bueno tenía que pasarme desde que decidí empezar de cero.
Abrí el armario y saqué unos pitillos negros y una camiseta azul marina, mis converse azules y mi chaqueta negra a conjunto con los pantalones. Entré al aseo y me cambié, pero, en el momento en el que me vi reflejada al espejo, volví a verme gorda, como de costumbre. No pude evitarlo, tenía que hacerlo. Me agaché, incliné mi cabeza hacia el retrete, dirigí mis dedos índice y corazón hacia mi boca y, lo hice, volví a la rutina. Al terminar de vomitar y lavarme los dientes, para, así, disimular el olor a vómito, salí del baño, ya peinada y vestida, y encontré a mi hermana.
- ¿Qué has hecho Alexa?
- Lo siento, no pude evitarlo…- Contesté mirando al suelo.
- Me prometiste que no volverías a hacerlo, no lo has cumplido.- Me dijo gritando.
- Lo siento, Kristen, de verdad. Pero no te pongas así, por favor.
- No, es que como vuelvas a incumplirlo volverás con papá y mamá.- Siguió con el mismo tono de voz de antes.
- Kristen, sabes que no me puedo contener…- Respondí ya algo más agobiada.
- ¡Me da igual! Y no me contestes.
¿Qué le pasaba? ¿Por qué se había puesto tan agitada de repente? ¿Y encima conmigo? La miré bien a los ojos y noté que los tenía muy irritados, rojos e hinchados, ¿por qué? Ni idea, pero no era normal en Kristen, además estaba demasiado nerviosa.
- Kristen… ¿Te pasa algo?- Pregunté insegura.
- ¿A mí? No, nada, simplemente que tengo una hermana que me ignora y no me hace caso.- Su todo de voz seguía siendo muy elevado.
- Kristen, te estás pasando…- Dijo con mis ojos ya aguados.
- Solo digo la verdad.
Me estaba haciendo daño, así es que, cogí mi bandolera con mis libros y la ropa de gimnasia, ya que hoy tenía, y salí corriendo de casa.
Una vez ya fuera, Marc me estaba esperando,- que pronto ha llegado- pensé. Entonces miré mi reloj y no es que hubiese llegado pronto, sino que, mientras yo discutía con mi hermana, el tiempo había volado.
Me sequé las lágrimas antes de subir al coche y luego me dirigí a él. Monté y le di dos besos.
- Buenos días.- Dije intentando sonreír.
- Buenos días.- Sonrió.
Arrancó el coche y yo miré al frente. Una última lágrima cayó por mi mejilla y, por desgracia, él la vio caer.
- ¿Estás llorando, Alexa?
Se me daba bien mentir, pero cuando estaba mal, como ahora, me era imposible.
- Eh… No… Es que me llora este ojo.- Improvisé como pude, aunque se notó que era una mentira y, encima, de las malas.
Por suerte, él se dio cuenta de que no iba a querer hablar del tema y dejó de hablar.
Llegamos al instituto en poco tiempo, bajé del coche y le agradecí que me hubiera traído, pero no dije nada más. Me despedí y pasé dentro del recinto.
Sophie vino enseguida hacia mí.
- Vaya, hoy has venido con ese chico.- Comentó mientras jugueteaba con su pelo.
- Sí, bueno, se ofreció a traerme.
- Entonces, entre Bieber y tú, ¿ya no hay nada?
Su pregunta me dejó confusa, ¿qué quería decir?
- Eh… Bueno, entre Justin y yo no hubo nunca nada, así que…
- Bueno, quizás por tu parte no hubiese nada, pero Justin tenía intenciones de algo, se notaba demasiado.
¿Por qué siempre me sacaba el tema de Justin? No había día que no me hablase de él y de mí. Al final Nicole acabaría por tener razón, Sophie estaba más que obsesionada con ese chico.
- Pues no sé, Sophie. En fin, yo me voy a clase, no quiero llegar tarde.
Me escabullí rápidamente, siento decirlo, pero Sophie en ocasiones era demasiado pesada con este tema.
[…]

La mañana pasó como siempre, lenta. Aparte de odiar el instituto, cuando ya empezaba mal el día, lo odiaba más aún.
Ahora, tan solo me quedaba gimnasia, y bueno, la hora de castigo. Dichoso castigo.
Sonó el timbre y me dirigí al gimnasio, dejé mi bandolera y pasé a los vestuarios a cambiarme. Me puse unas mallas negras y una sudadera azul, también.
Salí y me estaba esperando toda la clase para dirigirnos a la pista exterior. Una vez ya fuera, hacía sol, eso me gustaba, ya que me alegraba el día, o algo así, verlo resplandeciente.
El profesor fue al gimnasio a por no sé que, la verdad es que no le había prestado mucha atención a lo que había dicho durante estos quince minutos escasos de clase. Miré a mi alrededor, y me sorprendí; estaba Marc, con otra clase haciendo gimnasia. Que casualidad que tuviésemos a la misma hora esta asignatura. Ahora mismo se encontraban corriendo alrededor de la pista de atletismo, y, justo en el momento que Marc pasó por delante de mí, alzó la mano en forma de saludo y me sonrió dulcemente. No pude resistirme y sonreí algo tonta.
El profesor volvió e iniciamos la clase. Lo primero fue dar diez vueltas alrededor de la pista, como calentamiento. Era la primera vez que no me importaba correr, ahora podría hablar con Marc. Enseguida me coloqué al lado del susodicho y sonreí.
- Hola.- Comencé diciendo.- Siento haber sido tan fría esta mañana, no empecé bien el día.- Me disculpé.
- No importa, no siempre tenemos un buen día.- Respondió amablemente.
Sonreí y continué el ritmo de carrera. Marc y yo continuamos hablando era muy simpático y me hacía reír cosa que provocaba que me entrase flato. Entonces, Justin, no sé porque, nos tuvo que interrumpir pegándole un empujón a Marc y echándolo fuera de la pista.
- ¿Estás tonto? ¿Por qué has hecho eso?- Grité enfurecida.
- Deberías agradecérmelo, solo te defiendo, nena.- Sonrió chulesco y me adelantó.
Cuando ya habíamos terminado de dar las diez vueltas, el profesor nos mandó ejercicios para estirar los músculos.
Nos situamos en un lado de la pista dejando que la clase de Marc pudiese continuar corriendo. Empecé a estirar y de pronto noté como alguien daba una leve palmada en mi culo, me volví atrás y no había nadie, pero de pronto vi a Justin y sus amigos mirándome y riendo. Terminamos estos ejercicios y el Sr. Lewis, profesor de gimnasia, nos dividió en dos equipos, pues íbamos a jugar un partido de fútbol. Odiaba tener que jugar al fútbol, se me daba fatal, la única parte buena es que, hoy, no me había tocado en el equipo de Bieber, menos mal.
Comenzamos el partido, se suponía que yo era defensa, así es que me quedé en el área de nuestro campo y no hice nada. De pronto Justin se acercó a mí y se situó en frente mía.
- ¿Qué haces aquí, idiota?- Pregunté molesta.
- Mi equipo me ha dicho que he de defenderte.- Respondió risueño.
- ¿Y tú haces caso a la gente de tu equipo? Si no lo veo no lo creo.- Reí irónica.
- Para mi esto también es un sufrimiento, eh.- Me miró y se mordió el labio inferior.- Pero sé que te encanta que sea yo quien te defienda.- Sonrió.
- Mira, mientras solo sea defenderme te dejaré pero como intentes alguna otra cosa te enterarás Bieber.
- Me gusta cuando me llamas Bieber.- Me guiñó un ojo.
Siguió el partido y, como ya había imaginado, Justin no solo me estaba defendiendo. No me dejaba en paz, no para de tocarme el culo, de morderse el labio inferior y, finalmente, me susurraba cosas al oído. Cosas de las que no me quise enterar, porque, seguramente, fuesen tonterías y no harían más que ponerme nerviosa.
Acabó el partido, estaba demasiado acalorada y, por lo visto Justin también. El rubio estaba sudando, se quitó la camiseta y, madre de Dios, dejó a ver su perfectísimo torso. Sería un auténtico imbécil y un chulo, pero de feo no tenía nada. Creí que ya nos podríamos ir a los vestuarios, pero Justin tuvo que decir la última palabra. Se acercó a mí, rodeó mi cintura y me susurró al oído:
- Si quieres,- sus labios fueron curvándose hasta formar una pícara sonrisa- nos podemos duchar juntos.
Cuando terminó la frase le miré con algo de desprecio, pero tampoco mucho, y, entonces, lo aparté de mí de un empujón.
Mientras volvía, ya sola, al gimnasio volví a encontrarme con Marc.
- Por lo que he visto, el fútbol no es tu pasión.- Me dijo riendo.
- No, ya ves que no. Nunca me ha gustado.- Reí con él.
Entonces, al mismo tiempo que reíamos, un balón de fútbol impactó en la cara de Marc. Miré en dirección de donde había prevenido, y, como no, había sido Justin. Estaba riéndose tranquilamente. Cuando me volví a girar para preguntarle a Marc como estaba ya se había marchado, mierda.
Me dirigí al vestuario y me cambié. Ahora ya no iba sudada y volvía a vestir con la misma ropa que me puse esta mañana.
Fui a la sala de castigos, de nuevo. Me senté en una mesa y esperé a la demás gente que estaría castigada, ya que faltaban diez minutos para que se cumpliese la hora de inicio.
Ya era la hora, y, no había entrado nadie más. Esta vez estaba sola. No sabía si alegrarme o no por el hecho de que no hubiera ninguna otra persona.

Al fin, después de una hora, salí del instituto. Mierda, hoy no había traído el coche por el hecho de que Marc me trajese. Mi casa, mejor dicho, la de mi hermana no estaba muy lejos, pero hoy no tenía ganas de andar. De pronto, oí un motor. Un motor inconfundible. Miré atrás y era él, Bieber. ¿No se cansaría de insistirme?
Al hacerme esa pregunta recordé lo del otro día.
[Flash-back]
- Que no, Justin, que no. ¿Por qué insistes? Puedes tener a la que quieras de esas guarras, ¿por qué vas a por mí?
- No sé. Eres difícil, bueno eso es lo que quieres aparentar. Y además eres una pija de California, quiero probar cosas nuevas. El día que menos lo esperes tú estarás entre mis sábanas o yo entre las tuyas, lo que prefieras.- Me guiñó un ojo.
[Fin del flash-back]
- ¿Te llevo a casa? Tú príncipe azul no te esperó.- Me dijo parando a mi lado.
- No soy tonta, sé volver sola, eh.
- Venga, sube. No te haré nada, solo será un paseo.
- Que no.
Me volví y eché a andar en dirección a mi casa.
                                                        ***
Siento muchííííííííísimo haber tardado en subir, enserio.
Espero que os haya gustado, jo y perdonadme, por fi.
En fiiiiiiiiin, lo único que os pido es que comentéis extenso, es decir, que me digáis vuestra opinión del capítulo, de la novela en general, si veis fallos que me los digáis y cosas así, es que cuando recibo comentarios de esos me entra una motivación muy asadsadasf y escribo más rápido.
Ale, gracias por leer, os quiero<3

2 comentarios:

  1. Sobre darte mi opinion y dejar mi critica creo que se me va ha hacer imposible , tu novela no tiene ni un fallo siquiera ,es genial , incluso me gusta mas que la de ¨Lo que no te mata te hace mas fuerte ¨ pero que sepas que esa tambien me gusta mucho, escribes genial lo unico que me gustaría esque subieras más a menudo porque estoy super enganchada(: me encanta , sigue así.

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  2. ¿Quien te crees que eres para dejar eso así? NO NO NO A PAQUI NO LE GUSTA.
    Candela coñooooooooo que quiero saber ya que pasa. ¿Se irán juntos en la moto? Oh dios espero que si por favor por favor por favor.
    Dios, en el partido él tocandole el culo y diciendole cosas, es un puto chulo pero aún así me encanta.
    El otro chico no parece malo pero como no se aleje de Alexa acabará en el hospital de una paliza que le dará Bieber por que sé que él va a empezar a quererla al fin y al cabo se le esta resistiendo más que la mayoría y eso es lo que a Justin le gusta.
    Luego tenemos a Kirsten , dios me ha dado mucha pena cuándo se ha dado cuenta de que su hermana sigue vomitando, quiero que la ayude, que salga ya de esa mierda aunque hay algo que me dice que Justin colaborará mucho en eso.
    Dios mio, sé que me odias por tardar tanto yo también me odio pero sube pronto mi niña

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